Dejamos el Lancia con la primera guía de las aletas traseras: la interior. Ahora es el momento de poner la exterior, y siempre sobredimensionandola. Usamos pegamento de plástico, para poder modificar la posición antes de su contacto final.
Y, para rellenar, usamos masilla epoxy de Tamiya. Al juntar por partes iguales queda muy pegajosa, pero en cambio, se adhiere a las superficies de manera prodigiosa, y con agua, suavizamos la parte que se ve:
Paso seguido, metemos la lija, para dejar la superficie tal y como la deseamos. Uso lijas en barras de T2M, que se pueden cortar con un cutter, y haceos lijas a nuestra medida deseada:
Decir que la masilla epoxy de Tamiya es muy dura, y nos permite crear esctructuras que aguantan muchas presiones, aunque cuesta trabajo tratarla. También, aprovecho a comentar, que he usado un lapiz de fibra de vidrio, que me permite lijar en sitios difíciles.
Pero no todo sale bien. En el interior de la aleta derecha, se despegó la tira de plástico que delimitaba el añadido de masilla:
Por tanto, y para aumentar un poco las medidas de las aletas, así como poder lijar el interior de esas aletas para igualarlas a las del chasis, usé masilla Milliput fina que coloqué por donde quería aumentar.
Como tenía la base dura de la epoxy, esta masilla se talla más fácilmente la ser más blanda:
Y también pongo masilla en los pilares centrales para aumentar el grosor exterior, y su ángulo delantero
Si vemos la carrocería con el chasis montado, podemos observar que ya coincide con los pasos de rueda (no con los de la cuna que tendré que modificar):
Una vez reforzados los pilares centrales, podemos dar paso a abrir el portón trasero. Primero nos fijamos que el alerón se coloca sobre unos soportes, que se apoyan sobre la carrocería y que van fijos al portón, y de momento, los voy a serrar a su nivel:
Y aquí queda el hueco del portón:
Vemos que tendremos que colocar los interiores de los pilares traseros, adecuándolos a la parte trasera de las aletas que hemos puesto, a las cuales, terminaremos de dar forma:
Y seguidamente, cortamos el capó del motor, que resulta que es el más fácil de todos:
Poniendo el chasis, vemos el trabajo que hay que hacer en el vano motor…
Así como en el maletero, donde va el depósito de combustible:
Ya hemos terminado por hoy, estando satisfechos de la labor realizada, ya que la carrocería no ha sufrido (a excepción de los recortes realizados) y estando su estructura bien sólida para que posteriores trabajos no la afecten.
Próxima etapa: algo del interior!!
Gracias por ver y comentar!!